Un espectáculo rojo y blanco en Kiev

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Ahora sí, estamos a unas pocas horas de la máxima emoción del fútbol de clubes europeo con arraigo mundial.  El gran dominador histórico de la Copa de Europa que ha generado una nueva dinastía ganado tres de las últimas cuatro y llegando a su tercera final consecutiva se enfrenta a un club que solía llegar lejos en esta competencia, pero cuya última época de gloria en la competencia se ubica hace más de diez años con las clásicas finales contra el Milan.  Real Madrid versus Liverpool es el último gran momento futbolístico del año antes que empiece la Copa del Mundo en Rusia dentro de pocas semanas.

Si bien Liverpool no es un equipo novato para la Champions, sus etapas gloriosas ya están a una distancia considerable si consideramos que dos de los grandes héroes de esa esa etapa, Gerrard y Xabi Alonso ya se han retirado hace pocos años.   Su fortaleza radica ahora no sólo en su mística y corazón para sacar partidos adelante, sino que además cuenta ahora con un esquema táctico y jugadores (sobre todo en ataque) que le han permitido no solo llegar hasta a final de la Champions, sino además dar espectáculo a los aficionados alrededor del mundo.  Ese estilo vertiginoso y directo que les imprime Jürgen Klopp se ve ahora probado con el equipo más exitoso de la principal competencia europea de clubes.

¿Tiene posibilidades reales el Liverpool? Por supuesto, finalmente llegaron a estas instancias por mérito propio y con el tridente más goleador de la competencia.   Para ello tendrá que ser capaz de superar con su ritmo vertiginoso a una defensa como la del Real, que ya ha demostrado fragilidad en las eliminatorias anteriores.  Dada la debilidad de su propia defensa, la efectividad de su delantera será clave en un partido que promete varios goles.  Si bien Salah es la figura más prominente de la delantera, Firmino es tácticamente el más importante, actuando como un nueve versátil que no solo está para anotar goles, sino también para dar asistencias, pero sobre todo para ser el primer hombre en la presión adelantada que suele plantearle Klopp a sus rivales.  Al alemán le queda claro que sus posibilidades pasan por hacer más goles que el rival, aceptando que a él le anotarán uno o dos goles.  Por ello quitarle la bola al rival en el primer o segundo pase es tan importante y jugadores como Milner y Henderson serán claves en ese esquema.  Liverpool no conoce otra forma de jugar y, aunque parezca suicida, no le queda más opción que arriesgar todo.  Si esa apuesta la funciona y logra 2o o 25 minutos de vértigo en cada tiempo tiene grandes posibilidades de ganar.

Conocedor de esta realidad el Madrid tiene que plantear un juego que minimice la posibilidad de cometer errores que puedan liquidar el partido temprano, como le sucedió al Manchester City en Anfield.  Por ello será interesante ver si juega Casimiro que tiene una salida de balón de calidad inferior o renuncia a la marca para tener una salida menos arriesgada con Kroos y Modric más retrasados y Asensio con Isco por las bandas.  Zidane suele sorprender en los partidos definitivos o sea que tampoco se descarta que arranque la BBC con el 4-3-3 que le gusta tanto al francés o si prefiere copar el mediocampo con jugadores dinámicos y jóvenes que puedan superar la presión que el equipo de Klopp va a plantear.

No cabe duda que aparte del oficio con todas la finales  ya jugadas (los del Liverpool no tienen ni un minuto de final de Champions entre todos) el Real Madrid cuenta con una banca muy potente con lo cual puede darse el lujo de refrescar el equipo o de cambiar de planteamiento si no le funciona el del comienzo.  Eso refrenda su favoritismo y debería contribuir a que logre un histórico triplete que simplemente los haga casi inalcanzables en el Olimpo del fútbol europeo.  Lo que no me cabe duda alguna es que debería ser un gran partido de fútbol, donde hay por lo menos uno que tiene que arriesgar todo si es que quiere tener la oportunidad de ganarlo.  A disfrutar.Firmino antes de Kiev